Carita de ángel, me dicen tus ojos, que no dicen nada.
Arrebatados y tristes
muestran una sonrisa eterna, sin fin.
Días y días de nostalgia llueven de tu velo,
fresas y pino del blanco amor
que remoto, huye del lecho.
Tratas de llamar al mundo sin gritos,
mientras rebotan chispazos de tu pelo
y la gran sombra declara fidelidad.
Sólo tengo una fachada interna para ofrecerte,
un compás de épocas sin estación,
días y días, a menudo, equivocados.